Un perro enfermo fue encontrado en un bosque, no podía caminar y necesitaba atención inmediata. Los esfuerzos de rescate incluyeron consolarlo y proporcionarle agua antes de llevarlo a una clínica veterinaria. Después de una semana de tratamiento en el veterinario, el perro fue colocado en un hogar de acogida.
Inicialmente asustado y abrumado, el perro gradualmente aprendió a confiar en su cuidadora de acogida, Christa. La transformación del perro incluyó un aumento de peso significativo y mayor fuerza, lo que llevó a un comportamiento más feliz.El perro, llamado Hope, comenzó a exhibir comportamientos alegres como mover la cola, jugar y dar afecto.
Hope ha sido adoptada y ahora disfruta de un hogar amoroso con un hermano perro llamado Tofu, además de paseos y abrazos diarios.