Lewis Hamilton, el campeón mundial de Fórmula 1 en siete ocasiones, no solo es conocido por sus hazañas en la pista, sino también por su asombrosa fortuna que asciende a 300 millones de dólares. ¡Una cifra que deja sin aliento! Desde 2013, Hamilton ha estado ganando anualmente 40 millones de dólares como parte del equipo Mercedes AMG Petronas, además de recibir bonos por rendimiento que lo han catapultado a la cima del automovilismo.
Pero la pregunta que todos se hacen es: ¿cómo gasta Hamilton su impresionante riqueza? Su colección de autos de lujo es de ensueño: más de una docena de superautos, incluyendo un Pagani Z personalizado valorado en más de 2 millones de dólares y un Ford Mustang vintage de 1967. Su garaje en Mónaco es un verdadero santuario para los amantes de los automóviles, con ediciones especiales de McLaren y una impresionante gama de modelos Mercedes y Ferrari.
No solo se detiene en los autos; Hamilton también posee propiedades de lujo que quitan el aliento, desde un penthouse de 40 millones de dólares en Nueva York hasta una mansión con piscina interior en Londres. Además, no podemos pasar por alto su jet privado de 30 millones de dólares, que lo lleva a recorrer el mundo con estilo.
Los ingresos de Hamilton no solo provienen de las pistas; sus contratos de patrocinio con marcas como Tommy Hilfiger y Puma le proporcionan 12 millones de dólares adicionales al año. Además, se aventura en el mundo empresarial con su participación en Neat Burger, una compañía internacional de hamburguesas a base de plantas.
A pesar de su vida de lujo, el piloto enfrenta el dilema de mantener un estilo de vida opulento que incluye joyería de lujo y fiestas extravagantes en yates. En el universo de Lewis Hamilton, no se trata solo de cruzar la línea de meta; se trata de vivir a toda velocidad, tanto dentro como fuera de la pista. La vida de este ícono del automovilismo sigue siendo un espectáculo fascinante, y no podemos esperar a ver qué nuevas sorpresas nos deparará el futuro.