ÁLEX LEQUIO comparte su experiencia en Nueva York durante su tratamiento contra el cáncer, un mensaje de esperanza y normalización en medio de la adversidad. En un conmovedor testimonio, Lequio destaca la importancia de desmitificar la palabra “cáncer”, que a menudo provoca temor y ansiedad. “Quiero que la gente vea el cáncer como un diagnóstico médico más, como un obstáculo a superar”, afirma con determinación.
El ambiente de Nueva York, lleno de vida y posibilidades, ha sido un refugio para Álex, quien ha pasado tiempo en hospitales y ha vivido momentos intensos con su familia. “Aquí, en una ciudad tan vibrante, he podido conectar con mis seres queridos y disfrutar de pequeños momentos que valen oro”, relata. A pesar de los desafíos, Lequio enfatiza la importancia de mantener una actitud positiva y de enfrentarse a la enfermedad con humor y resiliencia.
“Cada día es un regalo”, reflexiona, aludiendo a su filosofía de vida de vivir intensamente, como si cada jornada fuera la última. Con una perspectiva empírica y consciente, Lequio asegura que la incertidumbre se combate con conocimiento y entendimiento. Este enfoque ha fortalecido sus lazos familiares, convirtiéndolos en “mejores amigos” en medio de la tormenta.
La batalla contra el cáncer no es solo un desafío físico, sino también emocional. Álex, quien ha aprendido a convivir con su tratamiento y sus efectos secundarios, llama a todos a buscar la chispa de la vida incluso en momentos oscuros. “Ríete, busca lo positivo, eso es lo que nos mantiene vivos”, concluye, enviando un fuerte mensaje de esperanza a aquellos que enfrentan situaciones similares. Su historia es un recordatorio poderoso de que, a pesar de las adversidades, siempre hay luz al final del túnel.