Tras un emotivo homenaje en la cancha Philippe Chatrier, Rafael Nadal dedicó casi una hora a los medios de comunicación. Al ser preguntado por su hijo Rafa Junior y la idea de que se convirtiera en deportista profesional, Rafa ofreció una respuesta sincera y reveladora.
P. Enhorabuena por la ceremonia. Usted conoce mejor que nadie los sacrificios que supone llegar a la cima del deporte y mantenerse allí tanto tiempo, y todo lo que hay que renunciar para ser deportista profesional. ¿Le gustaría que su hijo fuera tenista o deportista profesional de cualquier tipo?
Rafael Nadal: Si mi hijo viviera la carrera tenística como yo la viví, claro que sí, porque, como usted mencionó sobre los sacrificios, nunca tuve esa sensación. Nunca tuve la sensación de haber hecho muchos sacrificios. Nunca tuve la sensación de haber perdido una parte de mi vida para convertirme en profesional.
En cierto modo, nunca perdí nada de mi juventud por culpa del tenis. Simplemente no pude hacer todo lo que mis amigos hacían cada fin de semana, pero yo sí pude hacer todo, y lo hice. Y al mismo tiempo, cuando haces lo que quieres, no estás haciendo…
Pero de alguna manera, creo que es un aprendizaje muy positivo, porque al final, se trata de autocontrol, de aprender a lidiar con situaciones a veces difíciles, a veces con momentos de frustración. Pero al mismo tiempo, tienes que venir aquí y ser respetuoso con todos.
P. ¿Tuviste que explicarle a tu hijo lo que has estado haciendo, cómo te lo has ganado y tienes la intención de hacerlo?
Rafael Nadal: Bueno, para ser honesto, no me hago ilusiones de que lo entiendan o incluso lo sepan, aunque obviamente lo sabrán, pero no seré yo quien se lo explique. No soy ese tipo de padre ni de persona, la verdad. No soy de los que suelen hablar mucho de sí mismos, de lo que han logrado o de lo que no han logrado. Siempre volvía a casa e intentaba actuar con normalidad, y mucho menos hacerle creer a mi hijo que su padre era un fenómeno, ¿no? Siempre te digo que soy un inútil, esa es la realidad, en cada intento, no me veas para nada como alguien que haya sido alguien. Porque, en realidad, no me considero así. He sido un atleta, diría uno importante, por cosas que se han logrado, como los 14 Roland-Garros aquí; obviamente no hay que ser humilde al respecto, los números son números, pero más allá de eso, no me interesa que me vean como tal. Trabajas duro, por supuesto. Te esfuerzas al máximo. Pero haces lo que quieres.
Así que, digamos que si mi hijo se siente así, lo apoyaré. No creo que sea el caso, pero lo apoyaré en todo lo que quiera hacer. Pero lo más importante, desde mi punto de vista, es que cuando haces algo, no tienes que sentir que por ello estás perdiendo muchas cosas, porque si no, empiezas desde una perspectiva equivocada.