¡Última hora! Una impactante prueba de ADN ha revelado que la reina Camila ha mentido sobre la paternidad del príncipe Harry durante años, desatando un escándalo que podría sacudir los cimientos de la monarquía británica. La prueba, realizada en secreto como parte de un chequeo de salud, ha revelado una discrepancia en la identidad del príncipe, lo que ha llevado a nuevas preguntas sobre su verdadero linaje.

Los rumores sobre la paternidad de Harry han circulado durante décadas, con especulaciones que apuntan al ex amante de la princesa Diana, James Hewitt, como posible padre biológico. La relación de Hewitt con Diana, que comenzó en 1986, ha sido objeto de controversia, especialmente por las similitudes físicas entre él y Harry. Aunque Hewitt ha negado ser el padre, la reciente prueba de ADN ha hecho que estas especulaciones resurjan con fuerza.

Fuentes cercanas a la familia real han revelado que Camila conocía la verdad desde hace tiempo, tras descubrir cartas y notas de Diana que insinuaban su sufrimiento y confusión sobre la paternidad de Harry. En lugar de revelar la verdad, Camila optó por el silencio, una decisión que ahora se cuestiona en medio del escándalo actual.

El palacio ha mantenido un silencio ensordecedor, mientras la opinión pública exige respuestas. ¿Quién autorizó la prueba? ¿Por qué se ocultó la verdad durante tanto tiempo? La presión aumenta sobre la monarquía, que enfrenta una crisis de confianza sin precedentes. Con Harry ahora en el centro de esta tormenta, la pregunta que resuena es: ¿podrá la familia real sobrevivir a este nuevo escándalo?

Las implicaciones son profundas, no solo para Harry, sino para toda la institución. La línea de sucesión está en juego, y la confianza del público en la monarquía se tambalea. Mientras tanto, el príncipe Harry y Meghan Markle se preparan para enfrentar esta nueva realidad, decididos a tomar el control de su narrativa. La verdad ha salido a la luz, y el futuro de la realeza nunca ha sido tan incierto.