**REY JUAN CARLOS EXIGE EXPULSION DE REINA LETIZIA por DIVORCIO CON EL REY FELIPE**
La reciente visita del rey emérito Juan Carlos I a España ha desatado una tormenta mediática que sacude los cimientos de la monarquía española. En su breve estancia en Vigo, el exmonarca no solo mostró signos de su deterioro físico, apoyándose en un bastón y con la ayuda de asistentes, sino que también lanzó un ultimátum a la reina Letizia en medio de rumores de un inminente divorcio entre ella y el rey Felipe VI.
La tensión entre Juan Carlos y Letizia parece haber alcanzado un punto crítico. Fuentes cercanas a la Casa Real revelan que el rey emérito exigió a la reina que no interfiriera en la decisión de su hijo respecto a su matrimonio. Este mensaje directo y contundente no solo rompe con años de silencio por parte de Juan Carlos, sino que también pone en evidencia su deseo de mantener una influencia en los asuntos familiares a pesar de su exilio.
Las imágenes del rey emérito, visiblemente frágil, contrastan con la fortaleza de su declaración. Su regreso a los titulares se produce en un momento en que la monarquía enfrenta un escrutinio sin precedentes, exacerbado por la publicación de memorias que reavivan viejas controversias y cuestionan su legado. Con rumores de separación entre Felipe y Letizia, la situación se vuelve aún más delicada.
Además, el interés de Juan Carlos por trasladarse a Portugal añade una nueva capa de complejidad. ¿Es esta una estrategia para mantener su relevancia en el escenario europeo o simplemente un intento de escapar del tumulto mediático en España?
La monarquía española se encuentra en un cruce de caminos. Cada declaración, cada gesto de sus miembros, tiene el potencial de inclinar la balanza del equilibrio institucional. La intervención de Juan Carlos en la vida personal de su hijo plantea interrogantes sobre la dinámica familiar y el futuro de la corona. En este contexto, la pregunta persiste: ¿qué rumbo tomará la monarquía ante estos desafíos?