**Canadá deja de comprar productos hechos en EE.UU.: Un boicot sin precedentes redefine las relaciones comerciales en América del Norte**
En un giro histórico y sorprendente, Canadá ha decidido dejar de comprar productos estadounidenses, marcando el inicio de un boicot masivo que está sacudiendo los cimientos de las relaciones económicas en América del Norte. Después de 150 años de comercio fluido, esta ruptura se ha convertido en un movimiento nacional que refleja un profundo descontento con las políticas de Washington.
La campaña “Compra canadiense” ha ganado impulso, con aproximadamente el 80% de los canadienses reemplazando productos estadounidenses por alternativas locales. Supermercados y tiendas han respondido colocando banderas canadienses en sus entradas y retirando productos estadounidenses de la vista del público. Este boicot no solo afecta al sector alimentario; las licorerías han eliminado bebidas estadounidenses y el sector turístico ha visto cancelaciones masivas de viajes a EE.UU.
Las cifras son alarmantes: más del 51% de los canadienses han dejado de comprar en plataformas como Amazon y han cancelado sus suscripciones a servicios de streaming estadounidenses. La situación ha escalado a tal punto que el gobierno de Toronto ha cortado la financiación a vehículos eléctricos de Tesla, elogiando en su lugar alternativas chinas.
La reacción de la administración Trump ha sido feroz. Durante una reunión con el Primer Ministro canadiense, el presidente estadounidense mostró su frustración de manera explosiva, reflejando la gravedad de la situación. Mientras tanto, las tensiones han llevado a la posibilidad de represalias económicas, con amenazas de aranceles que podrían afectar a gigantes como Walmart y Costco.
Este conflicto no solo redefine el comercio entre Canadá y EE.UU., sino que también tiene implicaciones globales. La reconfiguración del comercio en América del Norte podría establecer un nuevo paradigma económico, donde Canadá y México buscan fortalecer sus lazos y disminuir su dependencia de EE.UU. A medida que las relaciones se deterioran, el futuro del comercio en la región se torna incierto y lleno de desafíos monumentales. La historia apenas comienza.