La vida y muerte de Javier Solís, uno de los íconos más grandes de la música mexicana, ha estado rodeada de misterio y especulación. En un impactante documental, su esposa, Blanca Estela Sainz, ha revelado detalles sorprendentes sobre su fallecimiento a los 34 años, un evento que ocurrió el 19 de abril de 1966 y que ha dado pie a múltiples teorías. Solís, quien había sido operado, supuestamente murió tras beber un vaso de agua, pero esta versión ha sido desmentida, ya que su salud se había deteriorado debido a complicaciones postoperatorias.
Los rumores sobre su origen también han salido a la luz. Aunque Javier Solís siempre se presentó como “el indio Yaki de Nogales, Sonora”, su esposa ha confirmado que en realidad nació en la Ciudad de México. Esta revelación ha sorprendido a sus seguidores, quienes creían firmemente en su historia de vida. Además, se ha desmentido la idea de que Solís y Pedro Infante se conocieran; la realidad es que nunca coincidieron, a pesar de la admiración mutua.
El documental también aborda su relación con Frank Sinatra, que ha sido objeto de fantasías urbanas. La verdad es que su encuentro fue breve y no se desarrolló en una amistad. Las leyendas que rodean a Javier Solís, desde su muerte hasta su carrera, han alimentado el imaginario popular, pero el legado de su voz sigue siendo indiscutible.
Con este nuevo material, se busca desmitificar la vida de una de las voces más queridas de México, dejando claro que detrás del artista hay una historia compleja y llena de matices. La verdad, aunque tardía, finalmente sale a la luz.