La ‘socialité’ cruza este viernes el Atlántico para pasar unos días junto a los gemelos del cantante y la tenista Anna Kournikova.
Isabel Preysler (66 años), sin Mario Vargas Llosa (81), actualmente en Punta del Este, se desplazará este viernes a Estados Unidos para conocer a sus dos nuevos nietos, los dos gemelos, un niño y una niña, que vinieron al mundo el pasado sábado día 13 en Miami, fruto de la relación de Enrique Iglesias (42) y Anna Kournikova (36)
Solo Tamara (36) y el matrimonio Verdasco pasaron la Navidad y Fin de Año con ella. Ni Chábeli (46) ni Julio José (44), ni tampoco Enrique Iglesias han cantado villancicos con la viuda de Miguel Boyer este año en Puerta de Hierro. Julio José estaba en Estados Unidos, y pasó la noche de San Silvestre en Nevada con su esposa
El hermetismo sobre los hijos de Enrique es absoluto. Han construido un búnker en torno a la casa para proteger la privacidad de los niños. El artista, de quien se ha llegado a rumorear que lleva muchos años ya casado con Anna Kournikova, no ha hecho ninguna referencia a los pequeños en su cuenta de Instagram. No así Isabel, que ocupó la pasada semana la portada de junto a Paloma Cuevas en lo que pretendía ser un reportaje coral con otros famosos, y se convirtió en la primera exclusiva sobre las pequeñas: “Ha sido un embarazo perfectamente normal y no ha tenido que guardar reposo en ningún momento. Anna no ha necesitado esconderse, lleva una vida muy normal y muy casera. Se ha limitado a vivir su día a día habitual con Enrique, la familia y amigos”.
Como se recordará, Enrique fue el gran ausente de la boda de su hermana Ana. Alegó, según manifestaron algunos asistentes a la boda, que su mujer se encontraba indispuesta. El famoso cantante salvaguarda su privacidad hasta límites casi patológicos. Él único a quien toleraba que diera pistas de su existencia era a su querido abuelo, el añorado Papuchi, a quien hacían guardia los reporteros en su piso de la madrileña calle San Francisco de Sales para conocer las andanzas de su nieto.
Gracias a él se supo que le habían propuesto hacer un anuncio de preservativos a Enrique. El cantante, más jocoso por aquel entonces, dijo bromeando que el doctor Iglesias Puga estaba en lo cierto, y que eran de talla mini. Ahora, Enrique cuyo parto fue atendido por su abuelo, ginecólogo de profesión, bien podría anunciar tronas dobles o cochecitos de paseo.
Anna Kournikova sigue sin dar señales de vida en su cuenta de Instagram sobre sus bebés. La última foto colgada es del 15 de diciembre, y se la puede ver en un barco con unas gafas de sol. Claramente se trataba de un intento de despistar a los curiosos tras el parto. Enrique, en cambio, colgó este jueves un adelanto del tema El baño que ha grabado con Bad Bunny.
El Baño feat. @BadBunnyPR coming 1/12!!! pic.twitter.com/iNnFIeXNfA
— Enrique Iglesias (@enriqueiglesias) January 3, 2018
Se desconoce al cierre de estas líneas si Mario Vargas Llosa se reunirá con su futura esposa en Florida. La relación con Enrique no es tan fluida como con Julio José, y cuando viajan a Estados Unidos prefieren mantener su independencia alojándose en un hotel. ¿Complejo de Edipo por parte del hijo?
Lo cierto es que en el mes de marzo del año pasado el cantante y Anna viajaron a España y algunas revistas del corazón publicaron en sus webs que habían cruzado el charco para felicitar a Vargas Llosa en su cumpleaños. Los verdaderos motivos eran que Enrique se encontraba en Europa por motivos de trabajo y venía de actuar en una boda, la del multimillonario ruso Said Gutseriev en la que también cantaron Jennifer López y Sting.
Enrique le dio un ‘like’ a en las redes sociales a la revista Love, el medio que publicó en su página web que el cantante no había venido expresamente a España a felicitar a la pareja de su madre. El discreto cantante, no suele retuitear nada, ni menos dar explicaciones sobre su vida privada. El gesto fue muy significativo, aunque cuando le preguntan suele mostrarse muy diplomático, como en la entrevista que concedió a Telemundo: “Yo a mi madre la veo feliz y eso a mí me hace feliz. La verdad es que en mi familia y en lo personal todo va bien. No me puedo quejar absolutamente de nada… Han sido unos años muy difíciles para mi madre pero ahora, en este momento, está pasando por una etapa muy feliz en su vida”.