A los 47 años, Bárbara Mori finalmente abre su corazón y comparte las luchas que han marcado su vida. Conocida por su icónico papel en la telenovela “Rubí”, la actriz uruguaya ha decidido revelar detalles de su infancia y su camino hacia el amor propio, tras haber enfrentado situaciones de abuso, adicciones y relaciones tóxicas.
Desde su niñez, marcada por un padre alcohólico y la ausencia materna, Mori ha vivido experiencias que pocos conocen. A los 12 años se mudó a México, donde comenzó a forjar su carrera en el mundo del espectáculo. A pesar de su éxito, la presión de la industria y sus batallas personales la llevaron a momentos de vacío emocional que la llevaron a buscar ayuda.
Durante su participación en el Festival Internacional de Cine de Morelia, Mori habló sobre cómo ha trabajado para sanar las heridas de su pasado. “He revivido todo lo que viví mientras hacía este trabajo personal”, confesó. Su proceso de sanación ha incluido la creación de un guion personal que refleja sus vivencias y desafíos, una forma de catarsis que le ha permitido confrontar y aceptar su historia.
Mori también ha sido abierta respecto a su lucha con la adicción al alcohol, reconociendo que esta batalla fue influenciada por su entorno familiar. “Tomar la decisión de dejar de beber no fue fácil, pero era necesario”, comentó. Con más de 14 años de sobriedad, la actriz ha aprendido a priorizar su bienestar, sintiendo que el amor propio es clave para su felicidad.
En el ámbito personal, Bárbara Mori ha encontrado una relación sólida con el productor Fernando Robsar, a quien describe como “el amor de su vida”. Reflexionando sobre su crecimiento personal, la actriz atribuye su bienestar a la honestidad y el respeto en su relación.
La vida de Bárbara Mori es un testimonio de resiliencia y autodescubrimiento. A través de sus revelaciones, continúa inspirando a aquellos que enfrentan sus propias luchas, recordando que el camino hacia el amor propio es posible y transformador.