Una tragedia sin precedentes sacudió Santo Domingo la madrugada de hoy, cuando el icónico merenguero Ruby Pérez perdió la vida en un colapso devastador que se produjo durante su esperada presentación en la discoteca Jetset. El evento, que prometía ser una celebración de la música caribeña, se tornó en un escenario de horror cuando la estructura del local, ya debilitada tras un incendio en 2023, colapsó bajo el peso de la multitud y los equipos.
Los primeros reportes indican que, a la medianoche, mientras el artista interpretaba uno de sus temas más queridos, un gran bloque del techo se vino abajo, atrapando a varios músicos y asistentes. El caos se desató en segundos: gritos, pánico y desesperación llenaron el aire mientras el polvo y el humo invadieron el recinto. Los presentes, que minutos antes estaban disfrutando de la música, se encontraron en una lucha por sobrevivir, buscando una salida entre los escombros.
Las autoridades han confirmado al menos 58 fallecidos y más de 150 heridos, con el nombre de Ruby Pérez resonando en cada rincón del país tras el hallazgo de su cuerpo entre los restos. La conmoción se siente en cada hogar dominicano; artistas, deportistas y políticos han expresado su dolor y solidaridad. El presidente Luis Abinader ha declarado tres días de duelo nacional, mientras la indignación por la negligencia en la rehabilitación del local crece.
La discoteca Jetset, un símbolo de la vida nocturna dominicana, se convirtió en un escenario de tragedia por la falta de acción ante las advertencias sobre su estado estructural. La búsqueda de sobrevivientes continúa, mientras se desata una ola de protestas por la corrupción y la impunidad que han permitido que este tipo de tragedias se repitan. Santo Domingo llora la pérdida de un ícono y exige justicia.