La hija de Rubby Pérez, Solinca, ha tomado una drástica decisión tras la muerte de su padre, pidiendo a la novia de él que devuelva el lujoso Rolls Royce que le había regalado. Este acontecimiento se produce apenas un mes después del fallecimiento del reconocido artista, provocando una ola de asombro y conmoción en el entorno familiar y mediático.
En un acto contundente y directo, Solinca exigió la devolución del vehículo a su madrastra, quien, sin dudarlo, accedió a la solicitud y devolvió el Rolls Royce Cullinan a la familia. La novia de Rubby, a pesar de la relación que mantenía con él, no opuso resistencia y cumplió con la petición de Solinca, quien ha dejado claro que no tolerará ninguna falta de respeto hacia la memoria de su padre.
Este hecho ha generado un intenso debate sobre la dinámica familiar y la herencia emocional que queda tras la pérdida de un ser querido. Solinca, con una actitud decidida, ha reafirmado su posición en la familia, marcando el camino que pretende seguir en medio de esta tragedia que ha sacudido a todos.
Los seguidores de Rubby Pérez y sus allegados no pueden evitar sentirse impactados por esta situación, que refleja no solo la complejidad de las relaciones personales, sino también el peso que deja una figura tan icónica en el mundo del entretenimiento.
Mientras tanto, el legado musical de Rubby continúa resonando en los corazones de sus fans, pero su familia se enfrenta ahora a la dura realidad de gestionar no solo su memoria, sino también los bienes que dejó atrás. Este episodio resalta la urgencia de la discusión sobre el respeto y la dignidad en momentos de dolor.