Vladimir Guerrero, una de las leyendas del béisbol dominicano y miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, no solo destaca por su impresionante carrera en el deporte, sino también por su asombrosa colección de vehículos de lujo. En un mundo donde muchos ex-atletas optan por lujos efímeros, Guerrero elige con cuidado, invirtiendo en camionetas y automóviles que reflejan tanto su éxito como su conexión con sus raíces.
Entre sus posesiones más destacadas se encuentra una Cadillac Escalade 2024, valorada en $470,000, un símbolo de confort y exclusividad. Guerrero, conocido por su humildad, prefiere moverse entre su comunidad en Don Gregorio, Baní, pero no escatima en lujos cuando se trata de su transporte. Otra joya de su colección es una RAM 100 2024, adquirida por $140,000, ideal para sus aventuras al aire libre.
Sin embargo, la verdadera opulencia se manifiesta en su Mercedes G-Wagon 2023, que alcanza un precio de $320,000, y un Lamborghini Urus 2022, que roza los $460,000. Estos vehículos no solo son una extensión de su personalidad, sino también una declaración de su éxito y estilo de vida.
La colección no se detiene ahí. Guerrero también posee un Rolls-Royce 2021, que asciende a $520,000, un coche que ha sido visto en las calles de su pueblo, reafirmando su compromiso con sus raíces. Pero la joya de la corona es, sin duda, su Chevrolet Silverado 2025, una camioneta personalizada que le costó la exorbitante suma de $1.2 millones. Este vehículo no solo es un símbolo de su éxito, sino también un reflejo de su carácter: fuerte, imponente y único.
Vladimir Guerrero, aunque vive rodeado de lujo, nunca olvida sus orígenes. Su colección de camionetas y autos exóticos no solo habla de dinero, sino de una vida vivida con pasión y autenticidad. En cada giro de su camino, se siente la historia de un hombre que ha sabido equilibrar la gloria y la humildad.