Alfredo Casero ha desatado una tormenta en el mundo del espectáculo argentino al destapar una tensa enemistad con el reconocido actor Julio Chávez. En una reciente entrevista, Casero no escatimó en críticas hacia su colega, revelando un desprecio palpable que ha marcado su relación. “El desprecio con el que te trata”, afirmó, dejando claro que las tensiones entre ambos van más allá de diferencias profesionales.
La controversia surgió mientras discutían sobre producciones locales, específicamente la adaptación de “El Eternauta”. Casero, conocido por su estilo directo, no dudó en expresar su desdén por la serie, comparándola desfavorablemente con la obra original. Sin embargo, su crítica no se detuvo ahí. Al hablar de Chávez, la indignación de Casero se hizo evidente: “No lo quiero ni un poco”, sentenció, acusándolo de ser una influencia tóxica en el set de grabación de su último proyecto juntos, “Farsantes”, el cual, según Casero, se vio arruinado por la actitud de Chávez.
A medida que sus palabras resonaban, quedó claro que la enemistad no solo es personal, sino que ha tenido repercusiones en sus carreras. Casero narró cómo Chávez, con su comportamiento arrogante, hizo que otros actores abandonaran el proyecto, erosionando el ambiente de trabajo. “Es una forma muy peyorativa y baja de tratar a la gente”, expresó, enfatizando que su relación se ha visto marcada por un profundo descontento.
Este enfrentamiento entre dos gigantes de la actuación argentina pone de relieve las tensiones ocultas en la industria del entretenimiento. Alfredo Casero ha dejado claro que no tiene intención de reconciliarse, manteniendo firme su postura sobre la importancia de un ambiente de trabajo saludable. Con sus declaraciones, ha abierto una ventana a las complejidades de las relaciones entre actores, recordándonos que, detrás de las cámaras, las rivalidades pueden ser tan intensas como las actuaciones en el escenario.