Sofía Clerici ha regresado a Marbella en medio del escándalo que la vincula con Martín Insaurralde y el controvertido #yategate, un regreso que genera preguntas y críticas en un contexto donde la justicia sigue investigando. A pesar de estar bajo la lupa judicial, Clerici parece vivir sin remordimientos, disfrutando de la buena vida que Marbella ofrece, con carteras de lujo y cócteles en mano.
En sus recientes publicaciones, la influencer no ha escatimado en mostrar su estilo de vida, compartiendo momentos con su hermana y otros personajes de la alta sociedad. Su actitud desafiante contrasta con la gravedad de los cargos que enfrenta, ya que la causa relacionada con el dinero hallado en su residencia, que supera los 650,000 dólares, sigue en curso. Mientras tanto, Insaurralde, quien ha sido señalado como el principal responsable, permanece en silencio, sin ofrecer explicaciones sobre los viajes en yate que han desatado la controversia.
Clerici ha intentado justificar su estilo de vida alegando que recibe “regalos de amigos generosos” y que su rol es el de “acompañante” en viajes. Sin embargo, sus palabras parecen vacías ante la realidad de las acusaciones que pesan sobre ella. En Marbella, se le ha visto degustando platos exquisitos, como el cangrejo de concha blanda, mientras el escándalo por blanqueo de capitales sigue su curso.
En un mundo donde la ostentación y la impunidad parecen ir de la mano, el regreso de Sofía Clerici a Marbella es un recordatorio de cómo, en ocasiones, las consecuencias parecen estar reservadas solo para los que no gozan del mismo privilegio. La historia no termina aquí; la atención mediática seguirá fija en cada paso de Clerici y el desenlace de este escándalo que sacude a la sociedad argentina.