La plaza de San Pedro se transformó hoy en el epicentro de la diplomacia mundial con la histórica entronización del Papa León XIV, el primer pontífice estadounidense de la historia. Casi 200 delegaciones internacionales se hicieron presentes en una ceremonia que marcó el inicio formal de su pontificado, tan solo diez días después de su elección por el Colegio Cardenalicio.
Robert Francis Prebost, de 69 años y originario de Chicago, recibió el anillo del pescador en un evento cargado de simbolismo, frente a miles de fieles y líderes mundiales. Entre los asistentes, se destacó la presencia del vicepresidente estadounidense, J. Bans, y el secretario de Estado, Marco Rubio, así como el primer ministro canadiense, Mark Carney. También estuvieron presentes presidentes de varios países latinoamericanos, incluyendo a la presidenta peruana Dina Boluarte y los mandatarios de Colombia, Ecuador y Paraguay, reflejando los fuertes lazos del nuevo pontífice con América Latina, donde vivió durante más de dos décadas.
La ceremonia atrajo la atención de líderes europeos, incluido el presidente ucraniano Volodimir Zelenski y la primera ministra italiana Giorgia Meloni, así como figuras de la realeza europea como el rey Felipe VI y la reina Leticia de España. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, también estuvieron presentes, subrayando el respaldo del continente al nuevo líder de los 1,400 millones de católicos en el mundo.
En su primera homilía como Papa, León XIV enfatizó la paz y la justicia social como prioridades clave de su pontificado, mientras ofreció su mediación en los numerosos conflictos globales. La ceremonia, marcada por una fuerte carga emocional y un mensaje de unidad, representa un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica.