¡Urgente! El futuro de miles de propietarios de tierras expropiadas durante la dictadura de Juan Velasco Alvarado podría cambiar drásticamente. En una audiencia crucial celebrada ayer en el Tribunal Constitucional, se ha dado un paso significativo hacia el pago de los bonos de la reforma agraria, una deuda histórica que lleva 56 años esperando ser saldada.
Desde que en 2001 el TC dictara una sentencia histórica para el pago de estos bonos a valor actualizado, los tenedores han enfrentado un laberinto de obstáculos burocráticos. En 2013, el tribunal reiteró su orden, estableciendo un plazo de seis meses para que el Ministerio de Economía y Finanzas iniciara el proceso de pago. Sin embargo, lo que parecía una luz de esperanza se tornó en frustración cuando la fórmula empleada para calcular los montos resultó en valores irrisorios para muchos acreedores.
El abogado Mario Seoane, asesor legal de la Asociación de Bonisticias de la deuda Agraria, denuncia que el cálculo realizado por el Ministerio fue confiscatorio. Ahora, con un tercer fallo en el horizonte, los familiares y herederos de aquellos que perdieron sus tierras ven atisbos de justicia. La deuda total se estima en 3,000 millones de soles, y la presión por un cálculo justo se intensifica.
El Tribunal Constitucional se enfrenta a una decisión fundamental que podría finalmente aliviar a miles de personas que han esperado más de medio siglo por lo que les corresponde. “La tercera es la vencida”, aseguran los afectados, llenos de esperanza ante la posibilidad de que su lucha no haya sido en vano.
El tiempo corre, y la expectativa crece. ¿Logrará el Estado cumplir con esta deuda histórica y hacer justicia a quienes han sido olvidados durante décadas? La respuesta está más cerca que nunca, pero el desenlace aún es incierto. ¡Estaremos atentos!