**La Vida y El Triste Final de Manolo Muñoz**
Manolo Muñoz, ícono del rock and roll mexicano, ha fallecido a los 59 años, dejando un legado imborrable en la música popular. Su muerte, ocurrida el 30 de octubre de 2000, fue el triste epílogo de una vida marcada por la música, el drama y la controversia. Reconocido por su potente voz y su estilo auténtico, Manolo se convirtió en una figura central del rock en español desde los años 60, junto a otros grandes como César Costa y Enrique Guzmán.
Nacido en La Barca, Jalisco, Muñoz comenzó su carrera en un México que se veía influenciado por ritmos norteamericanos. Desde su debut, logró conectar con el público a través de éxitos como “La pera madura” y “Juanita Banana”. Sin embargo, su vida personal estuvo marcada por episodios oscuros, incluyendo un intento de suicidio en 1976, tras un incidente violento con su esposa, que lo dejó al borde de la muerte.
A pesar de los escándalos, Manolo resurgió de las cenizas, convirtiendo su tema “Llamarada” en un himno de supervivencia. Su carrera siguió adelante, pero los problemas de salud y el desgaste emocional fueron evidentes. En su última aparición pública, se le vio cansado pero sonriente, un reflejo de su indomable espíritu artístico.
Dos semanas después de su última actuación, fue encontrado inconsciente en su hogar. A pesar de los esfuerzos médicos, fue diagnosticado con coma irreversible y falleció poco después. Su funeral fue un momento conmovedor, donde la ausencia de muchos colegas del espectáculo contrastó con la presencia de sus fieles admiradores, quienes despidieron a Manolo con aplausos y gritos de “larga vida al rock and roll”.
Manolo Muñoz deja tras de sí más de 30 discos y un legado musical que perdurará en la memoria colectiva. Su voz, su autenticidad y su pasión por la música lo convierten en un artista irrepetible, cuya historia sigue resonando en el corazón de México.