La familia real española se encuentra en un mar de lágrimas tras la desgarradora muerte del príncipe Miguel de Grecia, un hombre que significó mucho para ellos y que dejó una huella imborrable en sus corazones. La infanta Sofía, la más joven de la familia, ha sido una de las más afectadas por esta pérdida. Su dolor es palpable, reflejando la profunda conexión que tenía con su abuelo político, un tutor que le enseñó el valor de la historia y el legado de la monarquía.
La reina Sofía, al recibir la trágica noticia mientras disfrutaba de unas vacaciones en Mallorca, se vio visiblemente impactada. Junto a su hermana Irene y su familia, el momento se tornó sombrío, y la alegría de sus días de descanso se desvaneció rápidamente. La infanta Sofía, en un acto de amor y apoyo, ha decidido acompañar a su abuela a Grecia para honrar la memoria del príncipe Miguel, demostrando su compromiso con la familia en estos momentos difíciles.
El príncipe Miguel no solo fue un miembro de la familia, sino un pilar que representaba la historia de la monarquía griega. Su legado perdura en las enseñanzas que transmitió a las generaciones más jóvenes, y su partida deja un vacío que será difícil de llenar. La infanta Sofía, quien compartía con él intereses y pasiones, siente que ha perdido a una figura fundamental en su vida.
Mientras la familia se prepara para el funeral en Grecia, el mundo observa con tristeza. La infanta y la reina, unidas en el duelo, reflejan la fortaleza de un linaje que ha enfrentado múltiples adversidades. En medio de la tragedia, la familia real se aferra a los recuerdos y enseñanzas del príncipe Miguel, recordando que, aunque la muerte es una sombra que acecha, el amor y la memoria perduran.