**Wall Street suspende a Trump: tiene un cero, se está perdiendo mucho dinero en EEUU**
En un giro alarmante de los acontecimientos, Wall Street ha emitido un claro veredicto sobre la administración de Donald Trump: ¡un cero! Desde que asumió la presidencia, los mercados han caído estrepitosamente, con el S&P 500 perdiendo casi un 9% y el Nasdaq más de un 10%. La cotización del dólar frente al euro ha caído a niveles alarmantes, provocando una crisis de confianza que amenaza con desestabilizar la economía estadounidense.
La guerra comercial que Trump ha desatado está causando estragos. El primer ministro canadiense, en sus primeras declaraciones, ha indicado que buscará nuevos socios comerciales, mirando hacia Europa, lo que podría marcar el inicio de un nuevo orden comercial en el que Estados Unidos quede relegado. Las empresas estadounidenses se enfrentan a un futuro sombrío; las exportaciones se reducirán y los precios de los bienes importados se dispararán, lo que generará menos ingresos y más inflación.
Gonzalo Bernardos, profesor de economía en la Universidad de Barcelona, advierte que la situación es insostenible. Los aranceles impuestos por Trump están inflacionando la economía y provocando un descontento creciente entre los ciudadanos y las empresas, que ya están sintiendo el impacto en sus bolsillos. La incertidumbre económica está paralizando la inversión y disminuyendo el gasto familiar, lo que podría llevar a una recesión inminente.
Mientras tanto, la Reserva Federal de Atlanta ha comenzado a monitorear la situación con preocupación, ya que el PIB estadounidense ha caído drásticamente en pocas semanas. La presión sobre Trump está aumentando y, aunque no puede dimitir como lo haría un primer ministro europeo, la presión de los mercados podría forzar un cambio drástico en su política.
La situación es crítica y el tiempo corre. La economía estadounidense está al borde de un colapso, y la respuesta de Trump podría determinar el futuro inmediato de millones de estadounidenses. La pregunta que todos se hacen es: ¿cuánto tiempo puede resistir esta presión antes de que se vea obligado a cambiar su enfoque? La respuesta podría estar más cerca de lo que pensamos.