**¡ESCÁNDALO EN MEDELLÍN! RENDÓN ARREMETE CONTRA PETRO POR SU CERCANÍA A NARCOS**
En un giro explosivo de los acontecimientos, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, ha lanzado una feroz crítica al presidente Gustavo Petro tras su controvertida aparición en un evento de paz en Medellín, donde se rodeó de reconocidos cabecillas del crimen organizado. La situación ha generado un clamor de indignación en la sociedad antioqueña, que ve en esta reunión una afrenta a las víctimas de la violencia y un acto de complicidad con la delincuencia.
Durante el evento, Petro compartió el escenario con figuras temidas como alias Tom, alias Douglas, alias Pesebre y alias Vallejo, quienes son señalados por delitos graves, incluyendo narcotráfico y homicidio. A pesar de que las autoridades locales advierten sobre su continua actividad delictiva, estos criminales fueron invitados a participar en una mesa de diálogo, lo que ha encendido la furia de líderes locales y ciudadanos.
Rendón no se contuvo en su respuesta. A través de sus redes sociales, expresó su rechazo contundente, afirmando que es inaceptable utilizar recursos públicos para glorificar a narcotraficantes. “Su actitud es una burla para las víctimas”, declaró, subrayando la traición a las fuerzas militares y la policía nacional. Además, contrastó su gestión con la del gobierno nacional, resaltando logros en asistencia social y proyectos de infraestructura que, según él, Petro no ha podido concretar.
La controversia ha reavivado el debate sobre la estrategia de paz del gobierno, cuestionada por quienes creen que legitima a los victimarios en lugar de priorizar la justicia para las víctimas. Mientras Petro defiende su enfoque de diálogo inclusivo, figuras como Rendón y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, advierten que la seguridad no se negocia con quienes siembran el terror.
Este escándalo no solo pone en entredicho la política de paz del gobierno, sino que también plantea serias preguntas sobre la dirección futura del estado de derecho en Colombia. La tensión entre la administración de Petro y los líderes locales se intensifica, dejando a Antioquia en un estado de alerta.