La salida de Laura Sarabia del gobierno ha sido confirmada, y la incertidumbre se cierne sobre la Cancillería. Tras una reunión decisiva con el presidente Gustavo Petro, Sarabia anunció su renuncia, dejando a Rosa Yolanda Villavicencio como canciller encargada. Este cambio se produce en medio de una crisis diplomática con Estados Unidos y un escándalo por la gestión de pasaportes que ha sacudido al país.
“Mi tiempo en el gobierno ha terminado”, declaró Sarabia, quien ha enfrentado críticas por la falta de preparación de la imprenta nacional para emitir nuevos pasaportes desde el 1 de septiembre. Esta situación ha generado un clima de ansiedad entre los colombianos que necesitan renovar sus documentos. La incertidumbre es palpable: ¿habrá pasaportes disponibles a tiempo?
El ex canciller Luis Gilberto Murillo, quien dejó el cargo en medio de controversias, señaló que Portugal estaba listo para asumir la fabricación de pasaportes desde marzo, pero el gobierno parece haber fallado en avanzar en el proceso. “Sí, porque en el mes de marzo estaba listo Portugal para elaborar los pasaportes”, afirmó Murillo, dejando entrever que la administración de Sarabia no cumplió con las expectativas.
Mientras tanto, Villavicencio, quien tiene poca experiencia en el cargo, deberá enfrentar esta crisis inminente. Con múltiples frentes abiertos, incluido el conflicto por el suministro de pasaportes, la nueva canciller se encuentra ante un desafío monumental. La presión aumenta y los colombianos esperan respuestas rápidas y efectivas.
La transición de poder se inicia en un momento crítico, y la incertidumbre sobre el futuro de la Cancillería y su capacidad para resolver estos problemas es más intensa que nunca. La pregunta que todos se hacen es: ¿podrá Villavicencio manejar esta crisis y asegurar que los colombianos tengan pasaportes disponibles en la fecha prometida? La respuesta es urgente y necesaria.