**Europa se rearma: el aumento del gasto en defensa revela una nueva realidad**

En un giro dramático, Europa se encuentra en medio de un proceso de rearme sin precedentes, impulsado por una creciente urgencia en la defensa ante amenazas globales. Según un análisis de Bank of America, el gasto en defensa en el continente está experimentando un aumento significativo, con proyecciones que sugieren que varios países alcanzarán o superarán el 2% de su PIB en los próximos años, un objetivo que antes parecía inalcanzable.

Ben Hilland, analista de Bank of America, destaca que la reciente cumbre de la OTAN ha marcado un punto de inflexión. Con un nuevo objetivo del 5% del PIB en defensa, los países europeos están reconfigurando sus capacidades militares, enfocándose en áreas críticas como la infraestructura de comunicaciones, defensa aérea y sistemas de armas avanzados. Alemania, en particular, está liderando este cambio, con un compromiso de alcanzar el 3,5% en defensa para 2029 y una inversión de hasta 60 mil millones de euros anuales en equipamiento.

Sin embargo, no todos los países están avanzando al mismo ritmo. España, que planea aumentar su gasto al 2,1% para 2025, se enfrenta a presiones internas que limitan su capacidad para alcanzar los niveles más altos. A pesar de esto, el crecimiento en su presupuesto de defensa es notable y beneficiará a empresas clave como Indra.

La guerra en Ucrania y los recientes conflictos en Medio Oriente han cambiado drásticamente el panorama de seguridad en Europa, obligando a los gobiernos a reevaluar sus estrategias de defensa. La innovación en tecnología militar, especialmente en el uso de drones, ha acelerado la necesidad de modernizar las fuerzas armadas.

A medida que Europa se rearma, la pregunta persiste: ¿quién se beneficiará más de este aumento en el gasto? Aunque los países europeos buscan fortalecer su industria de defensa, la dependencia de proveedores estadounidenses en áreas críticas sigue siendo un desafío. La urgencia es palpable, y el tiempo para actuar es ahora. Europa debe prepararse para un futuro en el que la seguridad y la defensa son más cruciales que nunca.