Elon Musk ha decidido romper su silencio y desatar un torbellino de revelaciones sobre Donald Trump, advirtiendo que es hora de contar “TODO” sobre el expresidente. La tensión entre estas dos figuras ha escalado a niveles alarmantes, convirtiéndose en uno de los espectáculos políticos más candentes de 2025.
La chispa que encendió este enfrentamiento fue la crítica feroz de Musk al nuevo plan económico de Trump, apodado “una gran y hermosa ley”. Musk lo calificó de “abominación repugnante”, argumentando que aumentaría el déficit federal y eliminaría subsidios esenciales para los vehículos eléctricos. Trump, visiblemente molesto, respondió con amenazas de represalias, insinuando que Musk podría enfrentar consecuencias severas si decide apoyar a candidatos demócratas.
Las redes sociales se han convertido en el campo de batalla, con Musk afirmando que “sin mí, Trump habría perdido las elecciones”. Esta declaración ha sido interpretada como un ataque directo a la narrativa de éxito electoral de Trump. Además, Musk ha insinuado vínculos entre Trump y el caso Epstein, avivando aún más la controversia.
Mientras tanto, las acciones de Tesla han caído drásticamente, reflejando la ansiedad de los inversionistas ante la posible fragilidad del imperio empresarial de Musk, que depende en gran medida del respaldo gubernamental. La familia Musk también ha intervenido, con el padre de Elon pidiendo que se ponga fin a este conflicto antes de que cause estragos irreparables.
Elon Musk no solo está dispuesto a revelar secretos sobre Trump, sino que también está cuestionando las políticas que, según él, están llevando al colapso del sistema de salud en EE. UU. y advirtiendo sobre el uso instrumentalizado de la empatía en la política. La situación es crítica y, a medida que se desarrollan los acontecimientos, el futuro de ambos hombres y sus imperios está en la cuerda floja. Mantente alerta, porque lo que viene podría cambiarlo todo.