La reciente ausencia de la reina Letizia en Wimbledon ha desatado una tormenta mediática que pone en tela de juicio su papel dentro de la familia real española. Mientras el rey Felipe VI brillaba en el evento deportivo, su esposa se encontraba ausente, lo que ha alimentado rumores sobre una crisis matrimonial que parece agudizarse. Según diversas fuentes, esta decisión del monarca de asistir solo a un evento de tal magnitud ha sido interpretada como una clara señal de la creciente distancia entre ambos.
La final masculina de Wimbledon, donde el rey se mostró cercano a la realeza británica, contrastó fuertemente con la situación de Letizia, quien ha retomado su agenda en España, pero con un protagonismo que se diluye. La princesa de Gales, Kate Middleton, hizo su reaparición en el evento con un vestido que homenajeaba a Diana, lo que no solo captó la atención del público, sino que también dejó entrever la ausencia notable de Letizia, quien no estuvo presente en un evento de tal visibilidad.
Los comentarios de Kate, insinuando que Felipe sabe cómo representar a España, han sido interpretados como una indirecta hacia la reina consorte. Este tipo de situaciones no solo refleja la tensión en la relación entre Felipe y Letizia, sino que también plantea preguntas sobre su futuro dentro de la institución. La falta de confianza en los marcos protocolares que Letizia impulsa parece estar afectando su rol, y su ausencia en eventos internacionales podría ser un indicativo de que su influencia está disminuyendo.
En resumen, Wimbledon 2025 ha sido más que un torneo de tenis; ha sido un escenario donde se han evidenciado las grietas en la relación de los Reyes de España. La decisión de Felipe de asistir solo a un evento de tal relevancia resuena como un eco de la fractura en su matrimonio, dejando a muchos preguntándose cuál será el futuro de la reina Letizia en la Casa Real.