Rusia ha respondido con un ataque masivo a las amenazas del expresidente estadounidense Donald Trump, desatando el caos en Ucrania y generando preocupaciones globales. En la madrugada de este miércoles, el Kremlin lanzó más de 400 drones y un misil balístico Iskander-M contra objetivos en Ucrania, desafiando el ultimátum de 50 días que Trump impuso para alcanzar la paz. La Fuerza Aérea Ucraniana reportó que, a pesar de derribar 198 drones, 57 lograron alcanzar su destino, causando estragos en 12 localidades.
La tensión se ha intensificado tras los comentarios de Trump, quien, en un intento por distanciarse del conflicto, sugirió que Ucrania no debería atacar a Moscú. Sin embargo, su ultimátum ha sido recibido con desdén en el Kremlin, donde se reafirmó que la doctrina nuclear de Rusia sigue vigente, advirtiendo sobre las consecuencias de cualquier provocación. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dejó claro que Rusia no tolerará agresiones.
Mientras tanto, Europa observa con creciente preocupación. Italia y Francia han comenzado a desmarcarse de las compras de armas a Estados Unidos, y se discuten sanciones secundarias que podrían golpear a países que continúen comerciando con Rusia. La comunidad internacional se enfrenta a una encrucijada, ya que China también ha emitido advertencias sobre las repercusiones de las tensiones en la región.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha expresado su esperanza de que Trump pueda influir en la resolución del conflicto, mientras que el mundo entero permanece en vilo ante un posible escalamiento de la violencia. La situación es crítica y las próximas horas serán decisivas. La pregunta que todos se hacen es: ¿qué pasará en el día 51?