Efraín Cepeda responde con contundencia a Gustavo Petro en medio de una crisis política que podría cambiar el rumbo de Colombia en 2024. En un intercambio explosivo a través de redes sociales, el presidente del Senado desmintió las acusaciones del mandatario, quien lo señaló de llevar al país al borde del default financiero por la falta de aprobación de la ley de financiamiento. Este choque verbal subraya la creciente tensión entre el Ejecutivo y el Legislativo en un momento crítico para la economía nacional.
Gustavo Petro, defendiendo a su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en el centro de un escándalo de corrupción, acusó a Cepeda y a su bancada de sabotear la estabilidad económica del país. “Los parlamentarios que siguen a Cepeda nos llevan al default”, escribió Petro, advirtiendo sobre las consecuencias de la negativa a aprobar la ley de financiamiento. En respuesta, Cepeda no se quedó atrás; instó al presidente a enfocarse en los 97 billones de pesos sin ejecutar antes de imponer más impuestos a los colombianos, reafirmando la autonomía del Congreso.
La situación se complica aún más con las acusaciones contra Bonilla. Cepeda enfatizó que la justicia debe abordar estos temas, no el Congreso, y subrayó la importancia de la diversidad de opiniones en la democracia. “No somos parte de una conspiración”, afirmó, mientras el presidente Petro defendía a Bonilla como víctima de un complot político.
Este enfrentamiento entre Cepeda y Petro revela las profundas divisiones que afectan a Colombia en un momento en que la gobernabilidad y la estabilidad institucional están en juego. Observadores advierten que este tipo de confrontaciones podría alejar las soluciones urgentes que el país necesita. La pregunta es: ¿podrá el Congreso y el gobierno encontrar un camino hacia la cooperación antes de que sea demasiado tarde? La respuesta podría definir el futuro político y económico de Colombia en 2024.