Irán ha dado un giro inesperado en la escalada de tensiones con Israel al utilizar su nuevo misil hipersónico Fattah, desafiando las defensas israelíes y marcando un punto de inflexión en el conflicto. La Guardia Revolucionaria de Irán ha declarado que esta ofensiva, parte de la operación “Promesa Verdadera 3”, representa un avance significativo en su capacidad militar. Con un alcance de 100 km y la capacidad de evadir sistemas de defensa convencionales, los misiles Fattah han demostrado su efectividad en combate real.
Mientras tanto, la situación se complica con la inminente decisión del presidente estadounidense Donald Trump sobre una posible intervención militar. Trump ha insinuado que podría respaldar ataques israelíes contra instalaciones nucleares en Irán, lo que ha elevado las tensiones en la región. Aviones militares estadounidenses han llegado a Chipre, aumentando la preocupación por un conflicto abierto. Las advertencias de Trump hacia el líder supremo iraní, Ali Hamenei, subrayan la urgencia de la situación.
En el frente diplomático, Rusia ha expresado su preocupación por la escalada, advirtiendo que una intervención militar de EE. UU. podría desestabilizar aún más Oriente Medio. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha instado a evitar un cambio de régimen en Irán por la vía militar, enfatizando la necesidad de soluciones diplomáticas.
La embajada de EE. UU. en Jerusalén ha cerrado sus operaciones debido a la creciente inseguridad, mientras que Israel se enfrenta a una presión creciente por parte de Irán, que ha lanzado más de 400 misiles en días recientes. La escasez de misiles interceptores en Israel plantea serias dudas sobre su capacidad defensiva. La comunidad internacional observa con preocupación cómo se desarrollan estos acontecimientos, que podrían tener repercusiones significativas en la estabilidad regional y global.