¡IMPACTANTE! La muerte de Ernestina Sodi a los 64 años ha desatado una ola de controversia, especialmente tras las declaraciones de su hermana, Laura Zapata. En un conmovedor y a la vez polémico mensaje, Laura reveló que se enteró del deceso mientras descansaba, recibiendo numerosas llamadas y mensajes que la llevaron a un estado de tristeza profunda. La causa de la muerte fue un infarto al miocardio y una inflamación cerebral que dejó a Ernestina en un estado irreversible.
Laura, en un gesto que ha dejado a muchos boquiabiertos, decidió despedirse de su hermana en un entorno íntimo, alejada de los medios y de sus propias hermanas. Su mensaje a la familia de Ernestina fue claro: “Las diferencias que tuvimos se quedan en el olvido”. Sin embargo, la falta de respuesta de su sobrina Marina ha generado aún más especulaciones sobre el estado de sus relaciones familiares.
La decisión de Laura de no participar en el sepelio y optar por una reunión privada ha suscitado críticas, con algunos interpretando su actitud como una muestra de frialdad. “Para mí, mis hermanas están perdidas”, declaró, una frase que resuena con una profundidad inquietante, sugiriendo que las tensiones familiares son irreconciliables.
Mientras el público se pregunta si esta despedida es un intento de paz o un distanciamiento definitivo, el aire está cargado de tensión. ¿Puede el tiempo sanar las heridas que Laura ha expuesto? La controversia en torno a su mensaje final y su elección de despedida promete seguir alimentando el debate. Este trágico adiós revela no solo la complejidad de sus relaciones familiares, sino que también deja una sombra de incertidumbre sobre el futuro de los vínculos que una vez unieron a estas hermanas.