Deutsche Bank ha lanzado una advertencia contundente a Donald Trump: el despido del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y la drástica reducción de tipos de interés que el expresidente reclama no resolverán el problema de la deuda federal de Estados Unidos. Esta declaración resuena en un momento crítico, cuando la economía estadounidense enfrenta desafíos significativos y los costos del servicio de la deuda se disparan a niveles alarmantes.
Los analistas de Deutsche Bank han sido claros: reducir los tipos de interés en tres puntos porcentuales podría parecer una solución atractiva, pero el ahorro real sería marginal, estimándose entre 12,000 y 15,000 millones de dólares hasta 2027. Este ahorro es irrisorio en comparación con los 921,000 millones de dólares que se prevé que costará el servicio de la deuda en el año fiscal 2025, un aumento drástico impulsado por la sustitución de bonos antiguos por otros con tasas de interés más altas.
La advertencia de Deutsche Bank subraya que incluso los recortes significativos en las tasas de interés tendrían un impacto limitado en el panorama de la deuda. Los analistas destacan que los riesgos de inflación y la incertidumbre en los mercados podrían, de hecho, aumentar los rendimientos a largo plazo, contrarrestando cualquier beneficio potencial de tales recortes.
Este escenario plantea serias preguntas sobre la sostenibilidad de la deuda federal y la efectividad de las políticas monetarias propuestas por Trump. La economía estadounidense, ya frágil, podría enfrentar una tormenta perfecta si se ignoran estas advertencias. La situación exige una reflexión profunda y un enfoque más matizado que simplemente buscar soluciones rápidas a través de cambios en la dirección de la Reserva Federal. La deuda de EE. UU. es un problema complejo que no se resolverá con medidas superficiales.