Ecuador ha cumplido su promesa y ha desatado una nueva crisis diplomática con Colombia al deportar a 603 colombianos, un movimiento que el presidente Gustavo Petro ha calificado de “humillante”. Este sábado, los deportados llegaron a Colombia después de que el gobierno ecuatoriano decidiera enviar a estos individuos, la mayoría de ellos involucrados en delitos, como parte de su política de “tolerancia cero” al crimen organizado.

El ministro del Interior de Ecuador, Daniel Noa, confirmó que 11 de los deportados tienen órdenes de captura en Colombia, mientras que uno de ellos es buscado por Interpol. Esta acción, que se había anunciado desde enero de 2024, se realizó sin la coordinación adecuada con las autoridades colombianas, lo que ha generado una fuerte reacción en Bogotá. “No fuimos consultados con suficiente antelación”, afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, evidenciando la tensión entre ambos países.

Petro, desde Santa Marta, expresó su indignación, afirmando que a los colombianos en el extranjero se les trata como “siervos” y “criminales”, advirtiendo que aquellos que intenten regresar a Ecuador serán considerados “objetivos militares”. Esta situación plantea un dilema crítico para el sistema penitenciario colombiano, que ya enfrenta una grave sobrepoblación, con más de 105,000 reclusos en instalaciones diseñadas para 85,000.

El presidente ecuatoriano defendió su decisión, argumentando que no pueden mantener a mil presos colombianos en sus cárceles, priorizando la seguridad nacional. Sin embargo, la falta de un acuerdo bilateral y la llegada repentina de estos deportados han dejado a Colombia en una encrucijada, cuestionando cómo manejarán a estas personas que, en muchos casos, podrían no tener cuentas pendientes en su país.

La tensión entre Ecuador y Colombia se intensifica, y las repercusiones de esta decisión unánime podrían afectar las relaciones diplomáticas en el futuro inmediato. La situación exige respuestas rápidas y efectivas de ambos gobiernos para evitar un deterioro mayor en sus vínculos.