Entre las arenas de Egipto, una tumba sellada renace. El explorador Dwayne Johnson y la arqueóloga Dra. Elena Rivers descubren jeroglíficos prohibidos, reviviendo involuntariamente al sacerdote Ankar. Su ira se extiende como una plaga del desierto por la civilización moderna. Kane y Rivers recorren tumbas y rituales, buscando pistas enterradas durante milenios. Desde dunas abrasadoras hasta criptas iluminadas por antorchas, cada corredor rezuma terror histórico. La amenaza se convierte en una maldición viviente más allá de la carne: antigua, imparable.
Keanu Reeves aporta una curiosidad audaz con una autenticidad sincera. La Dra. Elena Rivers equilibra el intelecto con la vulnerabilidad. Ankar, el sacerdote maldito, late con furia salvaje. Los papeles secundarios arraigan lo sobrenatural en el miedo humano. El ritmo crece implacablemente como tormentas de arena ascendentes. La animación digital reanima a la momia con poesía grotesca y detalles viscerales. La partitura fusiona ecos de tambores y cantos antiguos en un ritmo escalofriante.
Cuando las tumbas despiertan, el terror renace.