**Deb Rowe, la exesposa de Michael Jackson, rompe el silencio a sus 66 años y sacude al mundo**
En un giro inesperado que ha dejado al mundo sin aliento, Deb Rowe, la exesposa de Michael Jackson, ha decidido romper su silencio tras más de dos décadas de controversia y misterio. A sus 66 años, Rowe revela una historia profundamente conmovedora que desafía las percepciones públicas sobre su relación con el Rey del Pop y su papel como madre de sus hijos.
Durante años, Rowe permaneció en las sombras, atrapada en un matrimonio tumultuoso con un ícono cuya vida estuvo marcada por la fama y el escándalo. Sin embargo, su relato no se trata de un escándalo vacío, sino de una travesía emocional que abarca dolor, soledad y redención. Desde sus inicios como asistente en la clínica dermatológica del Dr. Arnold Klein, donde conoció a un Michael vulnerable, la conexión entre ambos se forjó en un contexto de empatía y comprensión mutua.
Rowe, quien se convirtió en madre de Prince y París, narra el dolor de un aborto espontáneo y la presión mediática que rodeó su matrimonio. A pesar de la aparente felicidad, la realidad era muy diferente. Su maternidad se vio eclipsada por la figura dominante de Jackson, quien, a pesar de su amor por sus hijos, ejercía un control absoluto sobre sus vidas.
En un testimonio desgarrador durante el juicio que siguió a la muerte de Michael, Rowe no solo defendió su papel como madre, sino que también reveló el impacto devastador que la pérdida tuvo en su hija París, quien llegó a intentar quitarse la vida. Este momento de sinceridad ha transformado a Rowe de una figura secundaria en la narrativa de Jackson a una madre luchadora que busca reconstruir la relación con sus hijos.
Hoy, mientras enfrenta su propia batalla contra el cáncer, Deb Rowe se presenta como una mujer resiliente que ha encontrado su voz y su lugar en el mundo. Su historia, marcada por decisiones difíciles y un deseo de conexión genuina, no solo desafía la lógica del espectáculo, sino que también nos recuerda que detrás de cada figura pública hay una humanidad que merece ser escuchada.