Camila ha sido EXPULSADA del Palacio de Kensington tras un escándalo que ha dejado a la familia real en crisis. La Princesa Catalina ha descubierto lo impensable: dos de las joyas más icónicas de Diana, valoradas en más de 600,000 libras esterlinas, han desaparecido, y la culpable es Camila. En un giro sorprendente, la hija de Camila fue vista luciendo los pendientes de Diana durante un almuerzo oficial, lo que precipitó la inminente expulsión de la reina consorte.

Todo comenzó el 18 de junio de 2025, cuando Catalina revisaba el inventario de reliquias familiares y notó que el collar de perlas y los pendientes, ambos símbolos del legado de Diana, ya no estaban en su lugar. Las cámaras de seguridad no mostraron entradas forzadas, lo que llevó a Catalina a sospechar que alguien con acceso interno había cometido el robo. Guillermo, alarmado, activó un protocolo de auditoría y cerró todas las reliquias restantes.

El 20 de junio, durante un almuerzo en el Palacio de Buckingham, Catalina confrontó a Laura López, hija de Camila, al reconocer los pendientes de Diana que llevaba puestos. La tensión en la sala fue palpable cuando Guillermo, al enterarse de la situación, ordenó una inspección inmediata. Los pendientes fueron confirmados como los originales, lo que desató una tormenta mediática.

Camila, que había intentado justificar la posesión de las joyas con excusas poco creíbles, fue finalmente excluida de todas las funciones relacionadas con la colección de Diana. Su reputación, ya frágil, se desmoronó en cuestión de horas, y el público clamó justicia. Mientras tanto, Catalina ha reafirmado su papel como guardiana del legado de Diana, protegiendo el futuro de Charlotte.

La historia de un robo ha desencadenado una crisis real, revelando viejas heridas y un conflicto por el legado de una de las figuras más queridas del Reino Unido. La monarquía enfrenta un desafío sin precedentes, y el pueblo observa cómo se redefine la confianza en la corona. Camila, ahora en el exilio, es un recordatorio de que el pasado no se puede borrar, y el legado de Diana sigue vivo en el corazón de quienes lo recuerdan.