El mundo del tenis, todavía aturdido por la jubilación de Rafael Nadal en octubre de 2024, se incendió de emoción cuando su esposa, María Francisca “Xisca” Perelló, presentó a su segundo hijo al mundo en julio de 2025. En una sincera publicación de Instagram, Xisca compartió una impresionante foto de su hijo recién nacido, acunado en sus brazos con el telón de fondo de la serena costa de Mallorca. Acompañando a la imagen había ocho palabras tiernas que capturaron la alegría de la pareja: “Nuestro pequeño campeón nos ha robado el corazón para siempre.” La publicación, destinada a celebrar un nuevo capítulo para la familia Nadal, provocó una tormenta en las redes sociales, provocando la adoración de algunos fanáticos y la indignación inesperada de otros, dividiendo a la comunidad del tenis de una manera que pocos podrían haber anticipado.
Xisca, conocida por su carácter privado a pesar de su papel como CEO de la Fundación Rafa Nadal, rompió su reserva habitual para compartir este momento íntimo. La foto mostraba al recién nacido, cuyo nombre aún no ha sido revelado, envuelto en una suave manta blanca, con la suave mano de Rafael apoyada en su pequeña cabeza. La imagen irradiaba calidez, un testimonio del profundo vínculo de la pareja después de 19 años juntos y seis años de matrimonio. La leyenda de Xisca, “Nuestro pequeño campeón nos ha robado el corazón para siempre”, se hizo eco de las propias palabras de Rafael sobre su primer hijo, Rafael Junior, nacido en 2022, cuando lo llamó “mi mayor victoria”. “La publicación fue pensada como una celebración de su creciente familia, pero rápidamente se convirtió en un pararrayos para la controversia.
En cuestión de horas, la foto se volvió viral, acumulando millones de me gusta y comentarios. Muchos fans se llenaron de alegría, inundando la publicación con mensajes de felicitación. “¡Un nuevo Nadal por el que animar!”, escribió un seguidor, mientras que otro dijo: “¡Ya es un campeón como su padre!” La imagen, con su belleza serena y el evidente amor de la pareja, resonó profundamente en aquellos que han seguido el viaje de Rafael de un 14 veces ganador del Abierto de Francia a un devoto hombre de familia. El raro momento público de Xisca, junto con sus sentidas palabras, pintó la imagen de una familia arraigada en el amor a pesar de las presiones de la fama.
Sin embargo, no todas las reacciones fueron de celebración. Un segmento vocal de la comunidad del tenis expresó su indignación, principalmente por el momento y el contexto del anuncio. El retiro de Rafael, anunciado solo nueve meses antes, había dejado a los fanáticos lidiando con el final de una era. Algunos sintieron que el puesto de Xisca, que llegó tan pronto después de un cambio tan monumental, eclipsó el legado de Rafael. “¿Por qué ahora? Deja que la carrera de Rafa tenga su momento”, tuiteó un fanático, lo que provocó un acalorado debate. Otros criticaron el uso de “campeón” en el título de Xisca, argumentando que ejercía una presión indebida sobre el recién nacido para que siguiera los pasos de su padre. “¡Es solo un bebé, no un trofeo de tenis!”, decía un comentario, al que le gustaban miles de veces. La reacción sorprendió a los observadores, ya que lo que comenzó como un alegre anuncio se transformó en un espectáculo polarizador.
La controversia fue alimentada aún más por un grupo pequeño pero vocal que especulaba sobre la dinámica privada de la familia Nadal, haciendo referencia a rumores no confirmados de tensiones pasadas entre Xisca y la madre de Rafael, Ana María Parera. Aunque estos rumores fueron desmentidos en gran medida, añadieron leña al fuego, y algunos fanáticos acusaron a Xisca de buscar atención en un momento en que el retiro de Rafael debería seguir siendo el foco. El mundo del tenis, ya dividido por las rivalidades entre los fans de Nadal, Federer y Djokovic, se vio dividido de nuevo, esta vez por la foto de un bebé.
Xisca, sin inmutarse por las críticas, se ha mantenido centrada en su familia. Fuentes cercanas a la pareja dicen que el nacimiento de su segundo hijo ha acercado aún más a Rafael y Xisca, fortaleciendo su determinación de proteger a sus hijos del escrutinio público. Según los informes, Rafael, quien siempre ha priorizado a la familia, estaba “sobre la luna” sobre la nueva incorporación. En una rara declaración, dijo: “Mery y nuestros niños son mi mundo. Nada más importa”. La decisión de la pareja de compartir la foto fue un acto deliberado de alegría, una forma de incluir a los fanáticos en un hito después de años de compartir los triunfos de Rafael en la cancha.
El viaje de la familia Nadal no ha estado exento de desafíos. El primer embarazo de Xisca estuvo plagado de complicaciones, lo que hizo que la llegada segura de su segundo hijo fuera aún más significativa. Su papel en la Fundación Rafa Nadal, donde supervisa programas para jóvenes desfavorecidos, también la ha mantenido firme en medio del torbellino de la fama. La controvertida foto, lejos de disminuir su determinación, solo ha resaltado su fortaleza como madre y pareja.
A medida que el polvo se asienta, la comunidad del tenis comienza a reunirse alrededor de los Nadals. Muchos fans han rechazado las críticas, pidiendo respeto por la alegría personal de la pareja. “Xisca y Rafa merecen esta felicidad”, escribió un partidario. La foto, con su belleza cruda y las palabras sentidas de Xisca, sigue circulando, recordando al mundo el amor que define a la familia Nadal. Su “pequeño campeón”, ya en el centro de una conversación global, es un símbolo de esperanza y renovación para una dinastía que ha cautivado corazones tanto dentro como fuera de la cancha.