¡ÚLTIMO MINUTO! Gran Bretaña se encuentra en estado de shock tras la repentina muerte del rey Carlos, quien ha fallecido a la edad de 75 años, dejando un vacío en la monarquía británica y una nación en duelo. La noticia se confirmó en la madrugada, desatando una ola de luto y especulación sobre el futuro de la familia real. En un instante, el príncipe Guillermo se convierte en rey, asumiendo un papel que nunca imaginó en medio de una tragedia personal.
Los rumores sobre la salud del rey habían circulado durante semanas, pero la noticia de su fallecimiento dejó a todos atónitos. La atmósfera en Buckingham Palace es de caos controlado, mientras se implementa la operación “Money Bridge”, un protocolo que ha estado en espera por décadas. Las calles de Londres se llenan de multitudes que depositan flores y velas, unidas en un duelo colectivo por un monarca cuya vida estuvo marcada por la controversia y el deber.
Guillermo, ahora rey, se enfrenta a la monumental tarea de guiar a la monarquía hacia un futuro incierto. Junto a su esposa, Catalina, quien ahora ostenta el título de reina, deben navegar las aguas turbulentas de la opinión pública y las expectativas de una nación que observa cada movimiento. La presión es abrumadora; el legado de su padre pesa sobre ellos como una sombra.
Mientras tanto, Camila, la viuda del rey, se encuentra en un estado de desolación, enfrentando un papel que se ha desvanecido con la muerte de su esposo. Las preguntas sobre su futuro en la monarquía resuenan en los pasillos de Buckingham. Y no se puede ignorar la distancia entre Guillermo y su hermano Harry, quien se encuentra en California, lidiando con sus propios demonios y la incertidumbre de su lugar en la familia real.
La nación está en vilo, entre el dolor por la pérdida de un rey y la expectación por lo que vendrá. ¿Podrá Guillermo modernizar la monarquía y sanar las viejas heridas familiares? El tiempo apremia, y Gran Bretaña observa con los corazones en la mano, esperando respuestas en un momento de profunda transformación. La coronación de Guillermo y Catalina está a la vuelta de la esquina, pero la sombra del pasado sigue acechando. La historia de la monarquía británica está en un punto de inflexión, y el mundo está atento.